Estas son algunas de las sensaciones que experimentan las personas que la padecen y quienes además pueden toparse con la desinformación de algunos médicos al no saber diagnosticarla.
Si bien puede empeorar con el tiempo, no existe un daño evidente en músculos y órganos internos y tampoco es mortal.
Según el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Muscoloesqueléticas y de la Piel, en Estados Unidos, alrededor de 4% de la población mundial se ve afectada por ella y entre 80 y 90% son mujeres de 20 a 50 años.
Cómo se manifiesta
Los síntomas pueden ir de leves a intensos pero siempre determinados por el dolor que en ocasiones se presenta acompañado de sensaciones como pinchazos, ardor, quemazón y calambres.
Se caracteriza por generar:
• Malestar crónico generalizado
• Fatiga que no se alivia con reposo
• Sensibilidad exagerada a la presión desde el cuello hasta la espalda baja
• Rigidez o entumecimiento matutinos
• Dificultad para dormir
• Intestino irritable
• Cistitis no infecciosa
• Depresión o ansiedad
• Resequedad en ojos y boca
• Dificultad para concentrarse
• Mareos o desmayos
• Palpitaciones
• Molestias en los periodos menstruales y las relaciones sexuales

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Diagnóstico y tratamiento
Su detección suele complicarse debido al gran número de enfermedades con las que se confunde y antes hacerla, es necesario descartar que no se trate de alguna de ellas.
1. Para confirmar la fibriositis debes haber tenido alrededor de tres meses de dolor generalizado
2. Además presentar sensibilidad en al menos 11 de los 18 puntos neurálgicos como brazos, nalgas, tórax, rodillas, región lumbar, cuello, caja torácica, hombros o muslos
3. Realizarte los exámenes médicos necesarios para excluir otros problemas
Aun se desconoce la forma de prevenirla pero existen métodos eficaces que te ayudarán a aliviar las molestias entre ellos: la fisioterapia, ejercicios para aliviar el estrés o masajes de relajación.
A la par también pueden recetarte algún tipo de relajante muscular y antidepresivo para hacer más llevadera esta afección.
Sabías qué estudios electrocardiológicos han demostrado que la actividad cotidiana genera una gran producción de adrenalina y el exceso constante de ésta altera el sistema nervioso causando el dolor crónico característico de la fibromialgia.
Además otros factores que pueden desencadenarla son los problemas emocionales como el abuso físico, la muerte de un ser querido, un divorcio y el esfuerzo físico o emocional extremo que implica practicar un deporte competitivo.
Incluso la tercera parte de los casos se llegan a presentar después de un traumatismo físico como un choque o accidente.
Aunque se desconozca la manera de prevenirla sí puedes modificar aspectos de tu estilo de vida para desaparecer o aminorar paulatinamente los síntomas. A continuación una sencilla guía de autocuidados:
10 puntos para acabar con el dolor
1. Sigue las prescripciones médicas y lleva un registro de los malestares para determinar qué los desencadena
2. Regula tus rutinas de sueño y consigue un colchón cómodo para que puedas dormir mejor
3. Reduce el estrés
4. Practica técnicas de relajación y meditación
5. Realiza ejercicios de bajo impacto (caminar, nadar o bicicleta estática); hazlos al menos durante 30 minutos tres veces a la semana
6. Asiste a terapias y pregunta por los métodos alternativos (Acupuntura, Digitopuntura, Terapia de puntos desencadenantes y cuidado quiropráctico)
7. Come saludablemente, evita la cafeína antes de acostarte, las bebidas alcohólicas y los irritantes
8. Deja de fumar y elimina todas las sustancias que provoquen la liberación de adrenalina en tu organismo
9. Mantén una actitud positiva
10. Ajusta los cambios necesarios en tu lugar de trabajo
Si estás bien informada, con el apoyo de profesionales y familiares serás capaz de llevar de forma adecuada tu tratamiento.
Toma en cuenta que cada mujer es diferente y, por lo tanto, no existe una fórmula única para tratar la enfermedad. ¡Se paciente! Si te sientes muy deprimida o ansiosa acude a un psicólogo.