El fin de semana pasado me escapé al cine para poder entender el fenómeno de las 50 sombras de Grey. No creo haber leído tanta polémica sobre una película erótica supuestamente dirigida hacia amas de casa.
La historia trata de una joven estudiante de literatura llamada Anastasia «Ana» Steele, que por hacerle un favor a una amiga, conoce y entrevista al joven billonario – y perturbado – Christian Grey. Ana se enamora rápidamente de Christian sin entender lo que debe comprometerse para ser correspondida. Para él no existe el romance y su objetivo es convencer a Ana de firmar un contrato que asegura recibirá total control sobre ella y en donde la relación sexual sería sadomasoquista.
Recuerdo conversaciones sobre las novelas de 50 sombras de Grey con otras mamás que estaban enamoradas del personaje principal por lo guapo, rico y poderoso que era, pero más allá de eso, por la devoción enferma que tenía por Ana. La consentía, deseaba y adoraba tanto que varias fantasearon con esto y muchas se sintieron con el permiso de volver a jugar en la cama. Honestamente me costó trabajo ver lo erótico de la película y abajo explico por qué. La mercadotecnia usada fue muy atinada ya que acaparó un segmento de mujeres que, después de tener hijos, encuentran un vacío importante dentro de su vida sexual. Es curioso que en sociedades como la mexicana, tenemos la creencia de que las mujeres que son madres se convierten en individuos puros y tan “respetables”, que deben ser casi asexuales. Me parece terrible esta realidad cuando el pico sexual de la mujer llega a los 40 años y para muchas la sexualidad ya no se cultiva.
A pesar de un guión carente de trama y mal escrito – como también lo son las novelas- el público incrementaba su morbo sobre la decisión que tomaría Ana. Al ver que ella no estaba disfrutando y sufría la mayor parte de tiempo el juego erótico de Grey, la película pasó de una que trataba desesperadamente de ser erótica a una casi abusiva. Tengo entendido que dentro de las reglas de juegos sexuales maduros, como lo es el sadomasoquismo, debe haber placer para las personas involucradas y en este caso el único que lo obtenía era él. Las lágrimas de Ana y su cara de dolor, quitaron todo matiz erótico. Mensajes como «el amor debe doler y ser abusivo para existir» me parecen muy peligrosos.
Vivimos en un mundo donde la violencia contra la mujer es muy real. Promover mensajes a hombres y mujeres jóvenes que empiezan en el mundo de la sexualidad en el que causarle dolor a tu pareja es la manera “moderna” de amar, sin tener una madurez en el tema, es como pedirle a un niño de 3 años que se suba a una montaña rusa y la disfrute. No están listos. Entender juegos sexuales como los sadomasoquistas, requiere de un conocimiento, respeto y comunicación avanzada en el terreno sexual. Muy fácilmente pueden convertirse en una agresión o hasta llegar a ser un delito si no se respetan las reglas.

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Las novelas de 50 sombras de Grey han roto récord vendiendo alrededor de 100 millones de copias en todo el mundo. Más allá de ser un “mommy porn” me parece muy importante deshebrar esta historia y analizar a profundidad lo que estamos viendo. Como madres debemos explicarle a nuestros hijos adolescentes que el amor no debe de doler, no debe ser complicado, no está bien que alguien tenga control total sobre ti y mucho menos que busque esto como prueba de amor. Los juegos se valen, pero para causar placer y sentimientos positivos, nunca denigrantes. La intuición, el corazón y la salud mental deben prevalecer ante todo.
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