Sin embargo, está demostrado que la administración de vitamina K por vía oral previene este síndrome, que también pueden presentar los bebés con problemas de absorción intestinal (como ictericia o fibrosis quística). No obstante, la aparición tardía de este síndrome ―que se manifiesta con una súbita hemorragia― puede evitarse con la administración oral de vitamina K en la primer semana de vida.
La administración debe ser oral, pues se ha asociado el cáncer infantil a la vitamina K intramuscular aplicada a recién nacidos. En diversos estudios se afirma que la leucemia en niños de menores de diez años puede deberse a esta aplicación intramuscular. Aunque esto es sólo una hipótesis (pues el cáncer puede desarrollarse por muchas causas) es preferible aplicarla oralmente.