Las mujeres embarazadas con anemia drepanocítica corren el riesgo constante de sufrir una crisis drepanocítica, que podría poner en riesgo su vida, el funcionamiento de la placenta y el crecimiento fetal, por lo que deben recibir atención médica en centros especializados.
La talasemia por su parte, pertenece también al grupo de anomalías en la hemoglobina. Las portadoras de este rasgo suelen desarrollar una anemia más severa durante el embarazo. La beta-talasemia mayor (genes mutados que se heredan de ambos padres) produce una grave anemia y problemas de por vida al intentar eliminar el exceso de hierro de la circulación, razón por la que no se debe recetar suplementos de hierro a los personas con este padecimiento.
Ambos son padecimiento que se presentan comúnmente en gente de origen mediterráneo o africano, sin embargo, es importante que visites regularmente a tu médico desde el inicio de tu embarazo.

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