Por eso es importante que desinfectes tus manos con frecuencia. Sabemos que la economía a veces nos limita, así que te damos la forma de hacer un gel antibacterial con materiales accesibles y en sólo 15 minutos.
Ingredientes
- 6 cucharadas de alcohol etílico (etanol al 72%)que son aproximadamente 90 ml
- ¾ cucharada de carbopol *
- ¼ cucharada de glicerina pura (1.125 ml)
- ¼ de cucharada de trietanolamina *
Utensilios
- Tazón de vidrio con capacidad de un litro
- Colador de malla fina
- Flanera o recipiente chico de vidrio
- Agitador de globo
- Envase de plástico con tapa de botón a presión con capacidad de 100 ml
Procedimiento
- Coloca el colador de malla fina sobre la flanera o recipiente chico de vidrio y vierte ahí el carbopol. Ahora elimina los grumos con ayuda de una cuchara y pulverízalo completamente.
- Vacía el alcohol en el tazón y agita fuerte mientras agregas poco a poco el carbopol.
- Añade la glicerina y revuelve suavemente.
- Cuando se haya disuelto por completo el carbopol y no existan grumos, agrega la trietanolamina y bate lentamente. En ese momento se formará el gel que deberás echar en la botella de plástico.
El alcohol en gel se debe mantener en un lugar fresco y seco para evitar que se evapore.

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¿Cómo debo utilizarlo?
Lava durante 20 segundos tus manos con agua y jabón líquido. Enseguida enjuaga, seca y aplica el alcohol en gel.
Si lo usas en la calle, utilízalo sobre una palma y luego frota ambas manos, deja que se seque sin agitar las manos.
Bacterias, virus y algo más
Dentro del mundo microscópico existen una gran diversidad de organismos, muchos de los cuales están formados por una célula (bacterias, protozoarios y levaduras), sin embargo, existen otros que se agrupan para formar estructuras más complejas, como los mohos. Todos ellos cuentan con una estructura celular que les permite obtener energía y multiplicarse.
Los virus no tienen una estructura celular, aunque sí material genético (ADN o ARN), y solamente se multiplican cuando están dentro de una célula que los hospede, lo que significa que no se reproducen sobre un trapo o superficie, aunque sí pueden sobrevivir por algunas horas, a diferencia de las bacterias.
Una importante diferencia entre éstos es que se necesitan muy pocos virus para enfermar, en tanto que para las bacterias (y dependiendo de la especie) se requieren incluso millones.
El virus de la influenza mide aproximadamente 100 nanométros de diámetro (un nanómetro es la millonésima parte de un milímetro). Su diseminación radica en el contacto entre individuos, ya que se transmite a través de las pequeñas gotas expedidas al hablar toser y estornudar.
* Sólo puedes adquirirlo en droguerías