El término se refiere a aquellas personas que son adictas a sus quehaceres laborales y les dedican la mayor parte de su tiempo, relegando al segundo plano a la familia, los amigos y el tiempo de ocio. También es conocida como laborodependencia.
Cómo sé si soy uno de ellos
- Eres competitivo, ambicioso y con necesidad de destacar o solitario, inseguro y aislado del ámbito social
- Buscas autoafirmación, dinero, éxito, poder y reconocimiento
- Intentas compensar alguna carencia con la sobrecarga de trabajo
- Te excusas por no asistir a reuniones, diciendo que tienes pendientes
- No respetas los horarios de oficina ni de descanso
- Necesitas hacer listas de tus tareas a realizar
- Prefieres estar en tu lugar de empleo que en tu casa
- Sigues con tu “chamba” aún cuando no es necesario
- Hace mucho tiempo que no tomas vacaciones
- Sientes culpabilidad cuando no estás trabajando
- Te gustaría que los demás se esforzaran tanto como tú
- Piensas continuamente en lo que no hiciste o tienes que hacer
- Llegas a sentir vacío emocional o agobio
- Experimentas estrés, insomnio, irritabilidad, ansiedad o depresión
“Lo acepto” ahora qué hago
Es necesario que te reconozcas y que informes a tu familia que quieres tratarlo, sobre todo, recuerda que lo importante es recuperar el equilibrio, para ello:
- Duerme diariamente ocho horas. No hay sustitutos para el descanso y las horas perdidas no se pueden recuperar.
- Disfruta tus días de descanso con familiares o amigos. Organízate para que fuera del trabajo te dediques exclusivamente al esparcimiento.
- Aliméntate bien. Nada debe intervenir en tu sana alimentación, cuando sea la hora de la comida tómala completa y si un día no te es posible, guarda en tu cajón snacks saludables.
- Pon límites. ¡No te lleves nada a casa! Deja esos papeles en tu escritorio y retómalos al día siguiente. Si trabajas en casa, mantén los documentos en tu oficina. Desintoxícate de los pendientes.
- Haz ejercicio. El trabajo no te va a poner en forma. Necesitas estar sano para esos momentos en los que sea realmente necesario poner un esfuerzo extra.
- Planea tu día. Haz una lista de prioridades y elabora sólo una o dos a la vez. Es mejor concluir una por una que no terminar nada.
El objetivo no es dejar de trabajar, sino lograr un equilibrio entre tu vida laboral y personal. El empleo es algo muy importante para el desarrollo de todo ser humano, pero no debe convertirse en el centro de tu existencia; hay otros aspectos que tienes que cuidar y desarrollar para encontrar tu plenitud.

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