Ventajas
- La tarjeta de presentación no requiere de electricidad, por lo que es un respaldo de información que estás dando. Esto quiere decir que no se “perderá” entre los miles de contactos ni dependerá de la rapidez con la que esté funcionando la red si tu conocido quiere localizarte.
- Te da tiempo de mejorar tu lenguaje corporal: no te verás torpe buscando un “papelito” donde anotar.
- Te evitará la descortesía de sacar el celular frente a alguien importante.
- En realidad, te da un toque de elegancia.
¿Qué debe tener y cómo debe ser?
Una tarjeta de presentación simple debe tener:
- Tu nombre
- Un teléfono fijo
- Celular
- Correo electrónico
- Sitio web
Colores y logotipos son apreciados siempre y cuando sean de buen gusto y no muy excesivos. Si quieres un color distinto al blanco o hueso, procura que la impresión y el material sean de buena calidad, de lo contrario dará la impresión de descuido.
¿La de mi compañía funciona?
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En la mayoría de los casos, sí. Trae el logotipo de tu sitio de trabajo y contiene la información que debes compartir al momento de las presentaciones.
Sin embargo, en caso de que estés buscando empleo o labores como freelancer además de otra ocupación, es necesario que hagas tarjetas personalizadas y que no “hablen” de tu compañía.
¿Cómo deben darse?
En la mayoría de los países es considerado descortés el uso de la mano izquierda, así que tu tarjeta debe darse con la mano derecha. Es importante que traigas un tarjetero, pues esto las mantendrá lisas y atractivas al momento de dar una.
Toma de 5 a 10 minutos para leer otra tarjeta y trátala como si te dieran un documento de suma importancia. Olvidar una tarjeta de presentación que te han dado es una de las peores ofensas en el mundo de los negocios.
Las juntas con gente de otras empresas o clientes siempre deben empezar con un intercambio de tarjetas. Si las personas con las que te reúnes tienen un rango más alto que tú, no ofrezcas tu tarjeta, pues el protocolo indica que ellos deben darte la suya.
