Se dice que un alto nivel de estrógenos, así como de progesterona, son las causas de la aparición de los miomas, además se habla de factores genéticos que pueden influir en su desarrollo. La menarquía (primera regla) antes de los 12 años también puede ser una de las causas al exponer a la mujer, durante más tiempo, a los estrógenos. La nuliparidad (no haber tenido hijos nunca) y el sedentarismo, son otras de las causas.
¿Cuáles son los síntomas?
Aproximadamente entre 20% y 30% de las mujeres mayores de 30 años tienen miomas uterinos y, dado que son asintomáticos, muchas no lo saben. Sin embargo, el síntoma más frecuente son las menstruaciones dolorosas, con coágulos y con duración hasta de 2 semanas en los casos más extremos. Otros síntomas son dolor abdominal o en la cintura, que a veces se confunde con los calambres o cólicos menstruales. Si el mioma llega a crecer mucho, puede sentirse una presión firme en el estómago y si es extremadamente grande, puede llegar a obstruir la orina al hacer peso en los riñones y uréteres.
Tratamiento
Primero, si tienes dudas acerca de los miomas, consulta a tu médico para que sea él quien determine la forma en la que se pueden detectar. Para tratarlos, es posible utilizar varias técnicas que van desde la espera por parte de la paciente ―que no debe ser monitoreada por el médico―, los tratamientos con medicamento ―las pastillas anticonceptivas (recetadas) son una opción aceptada sólo por algunos especialistas― hasta las cirugías como la Laparoscopia, Histerectomía, Miólisis, entre otras.
Aunque los miomas no son peligrosos, lo que es importante es que te realices un estudio (Papanicolau o ultrasonido) para ver si existe alguno de éstos, recuerda que no te darás cuentas de su presencia hasta que ya lo tengas.

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