La actividad física es un gran apoyo en estos nueve meses. A menos que tu médico lo contraindique, puedes ejercitarte moderadamente y obtener grandes beneficios para llevar mejor tu gestación. Es momento de que te pongas las pilas. ¡Inténtalo!
• Busca una opción para ti. No debe ser de alto impacto ni muy exigente porque puedes lastimarte, en especial a tus articulaciones debido al aumento de peso. Prueba rutinas de pilates, yoga prenatal o natación
• Hazle caso a tu cuerpo. Si un día no te sientes con ganas de ir al gimnasio, no lo hagas. Es normal que en ocasiones el agotamiento físico te venza. Sólo procura no perder el ritmo y mantenerte en forma
• Favorece la circulación. Dedica unos minutos al día a hacer trabajo cardiovascular. Un corazón fuerte puede bombear mejor y proporcionar mayor resistencia a los esfuerzos. Recuerda que por los cambios físicos tu organismo requerirá mayor flujo sanguíneo
• Concéntrate en las zonas básicas. Durante el embarazo hay algunas partes del cuerpo que soportan una mayor demanda, enfócate en ellas. Realiza ejercicios para tonificar y fortalecer espalda, piernas y músculos pélvicos.

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• Relájate y estira tus músculos. Incrementa tu flexibilidad para que te sientas bien en el momento del parto y favorezcas la recuperación. También date un tiempo en tu rutina para descansar; incluso puedes recurrir a masajes o bálsamos relajantes que desinflamen las piernas y refresquen tu cuerpo
Disfruta la espera cuidándote y recíbelo llena de energía. ¡Actívate!