Tal vez te has preguntado si podrás amamantar, pues has escuchado que algunas mujeres no tuvieron leche, sintieron dolor o que el bebé no se prendió bien del pezón. Afortunadamente la mayoría tenemos la capacidad de producir el alimento que necesita nuestro hijo.
Para que tu comienzo sea exitoso, la Norma Oficial de Atención de la Mujer durante el Embarazo, Parto o Puerperio y del Recién Nacido, de la Secretaria de Salud, avala las siguientes recomendaciones*:
- Inicia lo más pronto posible
Lo ideal es que sea en las primeras dos horas de vida del bebé porque le ayudará a…
– Establecer una succión efectiva
– Mejorar el control de su temperatura
– Estabilizar los niveles de azúcar
– Incrementar sus evacuaciones
– Disminuir la ictericia
– Solicita alojamiento conjunto durante las 24 horas del día - Mantenerte a lado de tu hijo:
– Fortalecerá su relación
– Evitarás sustituir tu leche por fórmula - Amamanta las veces que lo solicite y por el tiempo que lo desee, cuidando que no pase más de tres horas sin recibir tomas:
– Previene la congestión mamaria
– Reduce la pérdida inicial de peso en los recién nacidos
– Activa la “bajada” de la leche madura
– Incrementa el tiempo de lactancia
Por último, considera que existen enfermedades o situaciones que están contraindicadas con esta forma de alimentación, como el sida, el cáncer y las deficiencias en el crecimiento de la glándula mamaria.
*Es importante que platiques con tu médico, pues en algunos hospitales necesitas la autorización para llevar a cabo estos consejos.

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