La segunda causa de muerte por cáncer en México es por el de mama; el primero, por el cervicouterino. Cada día se reportan más casos de mujeres de 30 a 50 años de edad con tumores mamarios.
La autoexploración es una técnica indispensable para la detección y tratamiento oportuno en los tumores de mama y consiste en la revisión de la glándula mamaria por la propia mujer. Su finalidad no es precisamente el diagnóstico del cáncer, sino la oportunidad de conocer minuciosamente las características de las mamas y encontrar masas palpables que antes no se encontraban, salida de líquido a través del pezón, entre otros.
Es una técnica sencilla que debes realizar todos los meses:
• Una vez cada dos o tres semanas
• Dos días después de haber terminado tu período menstrual cuando tus pechos estén menos sensibles.

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Esto puede ayudarte a detectar cualquier cambio como abultamiento, anomalías asimétricas, pezón retraído, secreción de líquido y cambio de color o de textura de la piel.
Una vez que se detecta una lesión palpable por medio de la autoexploración, es fundamental acudir a la revisión de las mamas con un especialista.
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¿Cómo se hace el autoexamen de mama?
Realiza la exploración en dos posiciones: de pie y acostada.
• De pie colócate frente a un espejo y examina la forma, tamaño, textura y color de piel con brazos levantados, agachándote y con las manos sobre la cadera
• La axila tiene estrecha relación anatómica y funcional con la mama. Palpa ambas con atención, tanto de pie como acostada, tocando hasta lo más profundo del hueco de la axila (de preferencia con los dedos y yemas unidas). Comprime suavemente pero con firmeza y desliza los dedos hacia abajo
• La mama debe dividirse en cuatro cuadrantes marcando dos líneas imaginarias a través del pezón, una de arriba abajo y otra de un lado a otro
• Explora tu pecho izquierdo con la mano derecha levantando el brazo izquierdo y colocando la mano en la nuca. Para el lado derecho, haz la exploración con la mano izquierda
• Mantén los dedos unidos mientras que con las yemas comprimes el tejido glandular sin separar los dedos y desplazándolos en círculos pequeños de la periferia al centro (pezón). Aquí es muy importante poner atención en la consistencia del tejido, ya que habitualmente es blanda. Si notas una consistencia dura, debes acudir con el especialista
• Por ultimo comprime el pezón y la areola, inicialmente con la mano completa contra el tórax y, en segundo lugar, presiona como si quisieras extraer leche, para determinar si existe secreción de líquidos anormales a través del pezón
- Si detectas lesiones palpables anormales acude a revisión con el especialista
Las lesiones mamarias menores de un centímetro no son palpables, por lo cual también es importante la revisión periódica con el ginecólogo por lo menos cada año. Se recomienda una mastografía anual a partir de los 40 años y, en casos especiales, un ultrasonido mamario.