Durante el posparto ese porcentaje casi se pulveriza, pues hay que lidiar con los cambios de tu pelo, piel, cintura y hasta los pechos… ¡Basta de lamentos! La buena noticia es que puedes revertirlo, o bien, sacarle el máximo provecho.
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En primer lugar interioriza que tener un bebé es una prueba de lo maravilloso que es el organismo humano, incluido el tuyo y en segundo que tus genes, rasgos y curvas no te definen. Tu actuar y personalidad son las razones por las que gente te quiere y recuerda, así que ten una actitud más positiva y:
1. Actívate. Haz ejercicio y prefiere las escaleras en vez del elevador; aunque te cueste trabajo, ponerte en movimiento es indispensable para que alcances tu peso ideal. Busca una actividad que te motive. Además conforme mejore tu condición física te enorgullecerás no sólo por tu nueva apariencia, sino por lo que eres capaz de lograr
2. Nútrete. Olvídate de las dietas y de malpasarte, ¡es lo peor que puedes hacer! Lo que sí es un hecho es que tendrás que restringir las frituras y donas por opciones más sanas pero no por ello menos ricas o completas. Consulta a un nutriólogo para que te diseñe un plan con las porciones correctas y que a la vez te aporten los nutrientes que requieres para funcionar al 100%

Shhh… La guía definitiva para enseñarle a tu bebé a dormir


3. Consiéntete. Destina a diario tiempo para arreglarte y sentirte bella. Hazte manicure, retócate el tinte o báñate con un aceite humectante. Si viste un vestido que te encantó ¡regálatelo! Elígelo en la talla que eres ahora y no esperes a estar más delgada, después te comprarás otro
4. Quiérete. Y eso significa aceptarte tal cual eres. Mírate al espejo una o dos veces al día –si quieres hazlo desnuda–, obsérvate detenidamente y enumera tanto los rasgos que te fascinan como los que no. Trabaja en los últimos hasta que te sientas conforme y resalta los primeros para focalizar la atención. Por ejemplo: si amas tus hombros, ponte una blusa que descubra uno; ese pequeño detalle es súper femenino y enloquecerá a tu pareja
5. Asesórate. Busca información y ponte en manos de expertos y médicos especializados para iniciar cualquier tratamiento. No te dejes embaucar por los productos milagro y clínicas que ofrecen soluciones inmediatas. Tu salud es lo más valioso y siempre debe ser tu prioridad
Tip: ¡Deja de ser tan dura contigo! A veces uno mismo es el mayor verdugo que tenemos.